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Bienvenido a este rincón de Internet. El primer día me comprometí a publicar cada día una entrada sobre cualquier tema al azar usando mis propias fotos, y no fue mal del todo.. ahora me lo tomo con más calma. Para ahorrar espacio y acortar las entradas encojo las fotos al menor tamaño posible. Por eso, si quieres visualizarlas, sólo tienes que clicar sobre ellas.

Tras todo esto, espero que te interese mi blog y que lo sigas atentamente!

lunes, 6 de septiembre de 2010

Capítulo 20 - El examen práctico

¿Crees en la suerte? ¿Y en la mala suerte? Pues ahí va el ADV más extenso que se pueda escribir :

Antecedentes
- El examen era el día 3, viernes.

Día 1, miércoles
- Me llama mi profesor de autoescuela para decirme que el examen se había pospuesto a hoy y que le esperara en la autoescuela.

Hoy
- 7:15 Amanece lloviendo. Sólo he practicado lloviendo una vez.
- 8:15 Llego a la autoescuela y veo que no hay nadie.
- 8:23 No hay nadie, demasiada impuntualidad. Llamo a mi profe de autoescuela, que me dice que hemos quedado en otro sitio. Ese lugar se encuentra a 15-20 minutos.
- 8:40 Llego a la zona de examen y me encuentro a otra que también es de mi autoescuela. Me dice que somos los siguientes.
- 9:05 Llega el coche. Nos montamos, yo detrás.
- 9:30 Cambiamos puestos: me toca conducir. Estoy muy nervioso en ese momento.
- 9:45 Tras un cuarto de hora acaba mi examen. No he sabido estacionar porque he olvidado un pequeño movimiento y me he subido en un bordillo por haber tomado muy cerrada una curva de 170º en cuesta prolongada. Sé que he suspendido.
Hasta las 11:45 vamos juntándonos conforme nos examinamos.
- 11:45 Empieza el último examen. Quedamos con el profesor en la autoescuela.
- 12:00 Llegamos a la autoescuela y hablamos de cómo nos ha ido y de si creemos haber suspendido.
- 12:20 Viene el profeso y dice los nombres de los suspendidos. Yo ya me había autoincluido tras un examen tan corto. Nos echa la bronca a los que no hemos aprobado. A parte de las dos faltas que yo daba por hecho, también abusaba del embrague.

Ahora me siento muy mal. Estaba muy nervioso, y parte de la culpa era por haber tenido que ir andando hasta allí. Me gustaría poder volver a despertarme y revivir esta mañana para hacerlo mejor porque yo estaba preparado, pero entre que ha habido que alargar la fecha, que el tiempo no acompañaba y la confusión de la que ni si quiera tengo la culpa me he puesto muy nervioso y lo he hecho desastrosamente mal, y ahora lo que más me preocupa es cómo ha quedado la rueda después del golpe al subirme al bordillo.
Estoy enfurecido y harto como siempre de que todo lo que puede pasar me pase a mí. Es muy fácil lo de no te pongas nervioso pero es difícil en mi situación y en mi día a día pedírmelo si no ha visto antes un olmo que de peras.

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