Hoy me he enterado de que el mismo parlamento que llevado por el espíritu antitaurino ilegalizó los toros hace poco tiempo ahora ha indultado a los correbous, donde en vez de clavar astillas metálicas a un toro, se le encienden con llamaradas los cuernos.
Voy a intentar ser objetivo ante esta resolución, tan objetivo como los que ahora han llevado adelante esta variante de la misma:
- Los toros no sufren. Cuando te ponen una antorcha en la cara como mucho se te puede quemar un ojo.
- La tauromaquia da muchos puestos de empleo. Como el tráfico de drogas, gracias al cual muchos ponen su vida en peligro por darle lo mejor a su familia o mandarlo a otro país para evitar morir de hambre.
- Los toros sufren tanto o menos que los cochinillos o pollos, porque además pueden vivir en libertad. ¡Que viva el cinismo! Porque también las matanzas de los cochinillos se emiten en directo.
- Y, sobre todo, es Arte y pronto patrimonio de la humanidad por cortesía de
la Esteban del PPEsperanza Aguirre! Es historia, es tradición, pero NO ARTE. Hay 3 cosas que se emiten con la aprobación de los medios de sus determinadas naciones: las lapidaciones, las penas de muerte y las corridas. ¿Te indigna que compartan los toros la frase con las lapidaciones? ¿Soy demagogo? Ya sé que tú también estás en contra de tirar piedras a alguien, pero un inglés (a parte de ilegal), ve las fiestas taurinas como un sufrimiento. Porque allí también había, pero hace siglos que se prohibieron, y ahora se realizan con velcro.
No te indignes, que he exagerado. Yo tengo las ideas claras sobre el trato al mundo animal tal y como lo comenté en Animales que tratar como animales, pero gracias a lo que has leído, algo nuevo se te pasará por la cabeza cuando digan en televisión El Juli ha cortado 2 orejas y un rabo.
No soy vegetariano, pero tampoco disfruto sabiendo las condiciones en las que tienen en los corrales modernos a los animales. Pero la cuestión es: ¿por qué abolir las corridas e indultar los correbous? Pues porque, simplemente, las corridas son el símbolo de España por excelencia, y los correbous una tradición popular. A la próxima si podemos, ilegalicemos el flamenco por contaminación acústica y sobre todo el chupachups porque el palo incita a la violencia entre menores. La política es capaz de todo.
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