Capítulo 63 - ¡Mi nuevo jueguecito!

¡Por fin lo tengo! Me acabo de cambiar de móvil. Después de un año y medio con el SonyEricsson W910i en fase de juvilación me he comprado por 0€ el HTC Wildfire, un móvil que salvo para ir al vater te sirve para cualquier cosa: fotos de 5mp, Tuenti, GPS, el tiempo en directo, música, radio, lector de pdf, sistema operativo Android, Youtube y todo lo relacionado con internet, e incluso se puede llamar y recibir sms... una bomba si cae en manos equivocadas. También tiene un sinfin de aplicaciones (yo me he bajado el Akinator, ese genio de la lámpara que acierta a la persona en la que estás pensando).

Ahora los móviles traen de todo. DE TO-DO. Sólo les falta el rallador de queso de la agenda personal de Homer, y sólo será cuestión de días. Es más, seguro que en el bazar de la esquina tienes uno lleno de polvo.

He escuchado muchas veces que, si la última tendencia en el hombre en el año 2000 era la metrosexualidad, ahora lo es la tecnosexualidad: todo lo más nuevo, el IPhone 4, el IPad y la Play 3 nano (cuando la saquen será una especie de muñequera en 4 dimensiones con pantalla telescópica de la NASA) y una tarjeta de crédito para los niños que se lo puedan permitir (sí, esos niños que tienen un garage lleno de Porches para cuando quieren sacar el pito a pasear). En mujeres de esta alta gama siempre quedará el Ferrero Rocher, incomparable, inconfundible...

La batería sólo me dura 1 día pero no me importa porque estos móviles son como el vino: mejoran con la edad (como Ana Rosa Quintana). Y se me olvidaba: también tiene linterna, para cuando llego a las 8 de la mañana a casa. Todo muy bien pensadito para los que tenemos 450 puntos, nos regalan 3000 y costando 2000 el móvil, nos dejan sin los 450 que teníamos. ¡Viva las matemáticas!