Pasan unos minutos y suena el timbre de casa acompañado de unos cascabeles como los de los duendecillos de la ONCE. Abre mi madre y vuelve a cerrar, y me acerco. ¿Quién era? a lo que me responde con otra pregunta: ¿tienes un euro?. Miro lo que tengo y entre los 2 sólo sumábamos esa cantidad y no teníamos ningún billete de 5 euros. Entonces mi madre abre y le da el hombre el cascabel dorado con forma de manzana.
Este hombre sólo buscaba un pequeño donativo utilizando el obsequio como escusa. Cosas como ésta dan de qué pensar de verdad y sobretodo en estos tiempos de Navidad. Ni qué decir de su mujer o hijos si los tiene.
Sentía que tenía que hacer una entrada sobre ello y aquí dejo el resultado bajo el regalo. A ver si acaba ya la crisis y podemos volver a lo de antes. Espero que no la olvidemos y que nos esté sirviendo para recapacitar... en especial por circustancias como ésta.
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