Entonces me ha dicho que pida cita en el centro de salud mental (¡¿QuÉ?!) y tengo que ir el 15 de marzo.
No, si al final ésto no es más que un juego de la oca: de médico a especialista y tiro xk estoy en la lista -.- .
Aunque parezca que lo cuento desilusionado, me ha servido de mucho. No porque me haya mandado a donde debo ir, sio porque me ha descartado problemas neurológicos. Me ha dicho que no hacia falta hacer nada, pero que si yo lo quería me haría un reconocimiento (decir palabras que empezaran por p, poner a prueba mis reflejos, etc.) que he aprobado. Ahora sigo igual, pero lo tengo algo más claro.
Y nada, sólo queda esperar. Pero al menos sé algo más de mi problema y veo el camino más claro, más o menos como cuando vas en telecabina: mirando atrás ves el camino recorrido, y delante lo que queda recorrer, aunque el final no se ve hasta que no acabas el viaje.
Imagen: Telecabina de Panticosa, Pirineo aragonés.
En todos los caminos de la vida la soledad es una mochila que pesa mucho. Los especialistas son los bastones en los que nos apoyamos para seguir con más confianza, nos orientan y ayudan, no estamos solos con nuestro problema.
ResponderEliminarEs cierto, y me costó oir lo que me dijeron en la primera consulta, pero ahora he aprendido que lo primero no es mejorar, sino comprender la limitación.
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