Pues sí, después de hablar maravillas de la bici me he dado cuenta de que la maltrato mucho, porque últimamente cuando la usaba oía sonidos un tanto kracrackrrrrcrrark y marcha suave para compensar.
Todo fue por un día que fui a Hendaya a andar en bici, cuando la playa me llamó y no pude resistir la tentación. Una de las fotos que hice fue ésta...
... y casi me cuesta la cadena. Este finde he estado en el mismo lugar y ha habido lugares donde me he tenido que bajar y subirla a pulso. Ahora las fotos:
Por suerte hoy me ha ayudado un colega a limpiarla: primero un trapo húmedo para las zonas sucias en general (radios, etc). Segundo, una brocha seca y pinceles para quitar la roña y lo oxidado. Tercero, un trapo seco para recoger el polvillo entre eslabones. Cuarto, desmontar la rueda trasera, mojar con una brocha la cadena y secar con el trapo de antes (con la parte que le quede limpia, no seamos cerdos). En fin, que me va a servir de escarmiento. ¿Cómo pude no darme cuenta de que el agua salada es corrosiva? Joder, vaya ideita... pero bueno, que te sirva de consejo para que no te pase lo que a mí. Pedalear sobre arena, anda que...
frikiiiiiiiiiiiiiiiiiii
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