Las nuevas tecnologías no corren ni tampoco vuelan: van un paso más allá de todo. Hace poco me compré un htc que puede entrar en internet, compartir imágenes y música, escuchar la radio, leer libros, jugar y para qué seguir.
Gracias a los contratos de las operadoras podemos permitirnos cambiar de móvil cada 2 años y siendo perezoso. El primero que me compré era la caña porque, además de tener pantalla a color y cámara 1.2mpx con flash, traía bluetooth (aunque no conocía a muchos para usarla), mp3. No necesitaba nada a parte de eso.
Pero este todo tiene su lado negativo, y es que pude proar eso de que te meten tantas cosas que se rompen enseguida. Tuve que cambiar mi Motorola v635 por el Sharp 770zh que nunca llegó a gustarme, pero que reconozco que era bueno y que siguió funcionando incluso después de caérseme al río (de la mano a una piedra, de que rebotó al agua de la orilla). Entonces conseguí el que más se adaptaba a mis necesidades: SonyEricsson w910i con cámara de imágenes panorámicas y mp3 muy cómodo si quieres pasar de canción si no puedes sacar el móvil (bici, etc). Por renovar contrato y aprobechando los 3.000 puntos que me regalaban me compré el HTC Wildfire del que hablo en Mi nuevo jueguecito.
Ese es mi ejemplo de evolución que ahora nos propone el vídeo que aconsejo que veas. Porque cuando te compraste tu móvil, ¿pensabas que llegarían tan lejos? y ya no sólo me refiero a celulares, porque ni me veo quitándome las legañas mientras leo los meneos.
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