Capítulo 149 - Cena de ESO

Anoche celebramos una de esas cosas que te hacen darte cuenta de que, aunque no lo parezca, el mundo de los que no vemos también sigue. Por suerte en mi cuadrilla estamos varios del cole, y gracias a eso sabemos cómo nos va. En cambio hay otros de los que no sabes nada, solo te ves en fiestas, o ni eso. Incluso hay quién ni te saluda por la calle.

Mi clase siempre ha sido especial donde las haya habido. Estoy seguro de que en la larga historia de mi colegio. ha habido pocas clases como la mía: la mayor parte entramos cuando teníamos 3-4 años (1º de párbulos) hasta los 16 años (4º ESO). En algunos casos han cambiado a alguno de clase, pero en general siempre hemos sido los mismos: al principio los Borobilak (círculos) o borobil gorriak (círculos rojos), después pasamos a ser B y, en el último curso, por tonterías nos cambiaron a A. Te puedes imaginar que éramos como una familia, una que cambiaba muy poco a poco y en la que todos nos hemos visto crecer. Hubo tiempos malos, pero creo que casi los he olvidado.

Cuando ayer nos reunimos (9 de 21, ahí se ve el interes de la mayoría por saber de nosotros) la primera pregunta, ya obligatoria, fue la del qué estás haciendo. La mayoría estamos en las mismas, aunque ya hay quién busca trabajo: empresariales, filosofía, diagnóstico clínico, estilista, masajista... Unos estudiamos en casa, otros en la capital, y otros en otras provincias. Algún día todos seremos clientes mútuos, a saber. Lo que no dudo es que elejimos mal momento para nacer, porque el futuro que nos espera no está nada claro. De momento habrá que formarse, y el mañana ya llegará.

Imagen: Mi colegio, un cartel que tuvimos colgado en el corcho durante los últimos meses y mi clase, el último día (se nota la alegría en el desorden ¿eh?).